Presentan estrategias para abordar el manejo de Sporothrix brasiliensis

Presentan estrategias para abordar el manejo de Sporothrix brasiliensis


La investigación de los Dres. Pamela Thomson y Carlos González, integrantes de Colmevet, está basada en el enfoque de Una Sola Salud, destacando la importancia de un abordaje integral para esta enfermedad de potencial zoonótico

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Recientemente se presentó el trabajo “Estrategias interdisciplinarias para el manejo de Sporothrix brasiliensis a través del diagnóstico, tratamiento y prevención: dirigido a médicos veterinarios”, investigación desarrollada bajo el enfoque Una Sola Salud, a cargo de los Dres. Pamela Thomson y Carlos González -ambos integrantes del Consejo Regional Metropolitano del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet)- y la bióloga Ailén Dumont, PhD (c), junto al apoyo de los laboratorios CITOVET y MCM; la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Andrés Bello (UNAB) y Colmevet.

Sporothrix brasiliensis es un hongo dimórfico ampliamente distribuido en Brasil y, más recientemente, en países como Argentina, Costa Rica, Colombia, Uruguay, Paraguay, Perú y México. En Chile, el primer caso se detectó en la región de Magallanes en 2022 y ya se han reportado otros en las regiones Metropolitana y de Valparaíso, afectando a gatos, perros y humanos.

El trabajo que desarrollaron los Dres. Thomson y González, ambos miembros del Instituto One Health-UNAB, formalmente se inició en marzo de 2023 y se prolongó hasta noviembre del 2024. Sin embargo, antes y después de estas fechas los procesos han estado permanentemente activos. “Todo comenzó con la generación de una alerta en la región de Magallanes, cuando aparecieron los primeros casos positivos. En ese momento se informó a las autoridades sanitarias regionales, como el Minsal y el SAG, y se activó un plan de alerta, para que los colegas de esa región estuvieran atentos a la aparición de nuevos casos”, describe la Dra. Pamela Thomson, directora del Consejo Regional Metropolitano de Colmevet.

“Posteriormente comenzaron a diagnosticarse nuevos casos en otras regiones, por lo que decidimos extender este proceso de información a las 16 regiones del país, mediante diferentes medios y campañas de difusión. En este sentido, el Colegio Médico Veterinario ha sido un actor importante, ayudando a potenciar esta estrategia a través de diferentes simposios, uno de ellos con asistentes de toda Latinoamérica, entre otras acciones”, agregó.

En este sentido, la Dra. Daniela Siel, Tesorera del Consejo Regional Metropolitano de Colmevet, destaca la relevancia del trabajo desarrollado por los Dres. Thomson y González, porque “han volcado su experiencia académica y clínica para abordar esta amenaza desde todos los frentes. Que los integrantes de nuestro Colegio continúen contribuyendo con trabajos de este tipo es de gran relevancia para el bienestar de la comunidad, pues permite anticiparse a riesgos sanitarios y difundir recomendaciones basadas en evidencia científica. Estos esfuerzos fortalecen la protección de la salud animal y humana, demostrando el compromiso de Colmevet con el enfoque de Una Salud y su liderazgo en la generación de material científico y académico que promueva la seguridad sanitaria de nuestro país”.

Signos clínicos
La Dra. Thomson explica que los principales signos clínicos son lesiones ulceradas en piel con secreción sero-sanguinolenta, que pueden extenderse hacia subcutáneo, lo que caracteriza la presentación cutánea de la infección.

 “Por lo general, aparecen en el rostro y en los miembros anteriores. A esto es necesario sumar antecedentes epidemiológicos, teniendo presente que la enfermedad es más frecuente en gatos que, en perros. En el caso de los gatos, es más habitual en gatos no esterilizados con estilo de vida outdoor, que tienen contacto con otros gatos y con el medio ambiente. En machos no castrados es más frecuente que en hembras, debido a que estos tienen una conducta más territorial, que los hace enfrentarse en peleas con otros gatos, donde a través de un rasguño, se puede inocular el hongo. Por lo tanto, si llega a la clínica un gato con este tipo de lesiones, que ha vivido toda su vida dentro de un departamento y que no ha tenido contacto con otros gatos, es muy poco probable que se trate de una esporotricosis. Por el contrario, si tenemos un gato con las mismas características, que tiene acceso a salidas y ha tenido contacto con otros gatos, la probabilidad es mayor”, añade la Dra. Thomson.

La Dra. Thomson destaca la relevancia del trabajo colaborativo durante todo el proceso: “El diagnóstico citológico e histopatológico que el Dr. Carlos González ha desarrollado a lo largo de su trayectoria profesional ha contribuido enormemente al diagnóstico de esta y otras enfermedades. De allí que muchos de los casos confirmados molecularmente como positivos parten su diagnóstico con la visualización de levaduras en muestras citológicas o histopatológicas que, pueden ser sugerentes de esta enfermedad. A partir de esta sugerencia comenzamos a solicitar muestras para diagnóstico microbiológico y micológico, para identificar a nivel de especie. A la fecha, las y los colegas que se han enfrentado con un caso sospechoso han sido muy responsables, ya que nos han contactado para saber cómo tomar y/o enviar una muestra utilizando elementos de protección personal”, concluye.

El Colegio Médico Veterinario valora el trabajo desarrollado por los Dres. Thomson y González, porque confirma una vez más la importancia de la perspectiva Una Sola Salud para hacer frente a las distintas amenazas sanitarias. Por esto, invita a las y los colegas dedicados a la clínica menor que atiendan pacientes con signos clínicos sospechosos de Sporothrix brasiliensis a reportar los casos a los correos mcm@unab.cl o pamela.thomson@unab.cl.

Descarga el estudio sobre Sporothrix brasiliensis haciendo click este enlace.


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