Nuevo Sistema de Producción Sostenible de Huevos en Holanda
A partir de energías limpias, gallinas blancas y una alimentación procedente de desechos, la empresa avícola holandesa Kipster asegura haber producido el primer huevo sin emitir un sólo gramo de CO2.
Uno de los cofundadores de esta compañía, Ruud Zanders, explica que hace tres años se propusieron invertir en un nuevo concepto de granja, donde las gallinas produjeran el huevo más sostenible del mundo, sin que el precio se disparara para el consumidor.
La granja, situada en el sur de Holanda, produce huevos de gallinas ponedoras blancas, de raza Leghorn, que según Zanders son más eficientes al necesitar menos recursos y menos pienso que otras razas para producir la misma cantidad de huevos. Para Kipster el uso de energías renovables ha sido otro factor determinante para conseguir este tipo de huevo. Para ello, la firma cuenta con cerca de 1.100 paneles solares para abastecer de energía a la granja.
Asimismo, la empresa aprovecha los desechos de la industria alimentaria como materia prima para el pienso de las aves: “A partir de excedentes de cosecha no aptos para el consumo humano y que nosotros sí podemos dar a nuestras gallinas, como cereal procedente de la industria del aceite vegetal”, señala Zanders.
El resultado es una reducción del 90% de las emisiones de CO2 de sus huevos, el 10% restante que no pueden eliminar, lo compensan con inversiones en proyectos de energía solar y reforestación.
Aunque utilizar pienso elaborado a partir de residuos alimenticios es una buena opción, el científico Bram Bos, de la Universidad de Wageningen, advierte que tiene una limitación: “El volumen de desechos que haría falta para alimentar a todas las gallinas ponedoras, es mucho más del que hoy está disponible”, asegura, por lo que ahora no se puede pensar en una solución aplicable a toda la producción de huevos de un país.
Otra desventaja, en su opinión, tiene que ver con el costo, los huevos no contaminantes son un 50% más caros que los convencionales. A este respecto, Ruud Zanders defiende que los huevos de su empresa son más baratos que los ecológicos, porque éstos últimos utilizan maíz más caro y de buena calidad.
Tras el proceso de producción, el empaquetado de los huevos se realiza en cajas de fécula de papa, un material más sostenible que el cartón habitual y se trasladan al centro de distribución de un supermercado que desde el pasado mes de octubre comercializa sus huevos exclusivamente en Holanda.
Comentario
Científicos del Centro de Genómica Nutricional Agroacuícola, CGNA, en forma conjunta con pymes avícolas de la región de La Araucanía, como la Avícola Fundación Willimapu, Avícola Huichahue y Avícola Coyahue, con el apoyo del Programa Regional de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) desarrollaron un huevo alto en omega-3, gracias al desarrollo de un innovador alimento para aves ponedoras, según publica Conicyt en su sitio web.
Este prototipo tecnológico con el que se alimentó a las aves ponedoras, fue creado por científicos del CGNA utilizando materias primas vegetales premium desarrolladas a través de la genómica, poniendo atención en el contenido y calidad de las proteínas, ácidos grasos y compuestos bioactivos. El piloto se modeló en términos de competitividad en conjunto a las pymes participantes, tomando como parámetros su estructura productiva, tecnológica y de costos, con el fin de lograr una incorporación ideal en la dieta y con ello acceder al mercado en forma exitosa.
De esta forma, se obtuvo un huevo alto en omega-3, en particular el DHA, uno de los ácidos grasos de mayor importancia para la salud humana que aumentó tres veces. Por su parte, el ácido graso ALA se incrementó diez veces respecto al control. Este último se caracteriza por ser de tipo esencial, pues el organismo humano no lo puede sintetizar, cumpliendo el rol de precursor de la síntesis de los otros ácidos grasos de cadena larga imprescindibles para el organismo humano.
El director del CGNA, Dr. Haroldo Salvo-Garrido, también indicó que esta experiencia se presta muy bien para evidenciar cómo la ciencia con pertinencia social puede impactar en los territorios, pues dos productos premium desarrollados por el CGNA, como son AluProt-CGNA® y una nueva variedad de lino desarrollada con genómica para uso directo en aves ponedoras, ingresan en forma conjunta en un esquema de tecnología e innovación de alimentos, para obtener un nuevo producto tecnológico destinado a la nutrición animal que permitirá a las avícolas regionales incursionar en un mercado especial de alto valor agregado.
Fuente: Agrimundo, 22.11.2017