Discurso 56º Aniversario del Colegio Médico Veterinario

Discurso 56º Aniversario del Colegio Médico Veterinario


A continuación, encontrará el discurso pronunciado por el Dr. Claudio Poblete, Vicepresidente del Colegió Médico Veterinario, con motivo de la celebración del 56º Aniversario de la institución.

Compartir

Señores miembros Directiva Colegio Médico Veterinario de Chile Sres. Consejeros Regionales Estimados colegas Señores y señoras Público presente. Nos corresponde reunirnos nuevamente para celebrar un nuevo aniversario del Colegio que reúne a los médicos veterinarios chilenos. En esta ocasión confluyen 2 hitos importantes, por un lado el cumpleaños número 56 de nuestra organización y a un nivel más elevado, el aniversario número 250 de la existencia formal de la medicina veterinaria, como una profesión independiente, y digo formal, pues es sabido que durante muchos años y con anterioridad a la fundación de la primera escuela de medicina veterinaria en Lyon, Francia, existían las actividades de personas que se dedicaban a la curación y el control de las diferentes enfermedades que afectan a los animales. En efecto en efecto el 4 de agosto de 1761, el Rey Luis XV firmó un decreto del Consejo de Estado autorizando a Claude Bourgelat a “abrir una escuela en la que se enseñen públicamente los principios y métodos para curar las enfermedades de los animales”. Como hemos dicho anteriormente esta escuela fue fundada en la ciudad de Lyon y fue seguida por la Escuela Real de Alfort, en las cercanías de París el año 1976. Por otro lado en España se abrió la primera escuela de veterinaria en Madrid el año 1793, que dio fin a la práctica de la albeitería que era considerada un arte dedicada al cuidado básicamente de los aplomos y la herrería de los equinos. Otras escuelas fueron abiertas en los siguientes años: Turín, Italia el año 1769 Viena, el año 1773 Dresden, el año 1776 Hannover el año 1778 Budapest el año 1787 Berlín y Munich el año 1790 Londres el año 1792 En los países americanos, la primera escuela se fundó en México en 1853 con el nombre de Escuela de Agronomía y Veterinaria. En segundo lugar se abrió la escuela de veterinaria de Guelph en Canadá el año 1863. Más adelante en 1879 se abrió en Estados Unidos, la escuela de Ames, estado de Iowa. Posteriormente se abren en los siguientes países: Argentina: 6 de agosto de 1883 Chile: 18 de abril de 1898 Perú: julio de 1902 Uruguay, 1905 Cuba: 10 de abril de 1907 Brasil: 4 de abril de 1913 Colombia 10 de mayo de 1921 Ecuador: 12 de mayo de 1934 Venezuela: 17 de enero de 1938 Bolivia; junio de 1940 Republica Dominicana: 1955 Guatemala: 1956 Paraguay: 23 de abril de 1956 Nicaragua: 5 de junio de 1961 Panamá: marzo de 1997 En este contexto histórico es que se crea en Chile el 01 de mayo de 1898, la Escuela Militar de Veterinaria dependiente del Ejercito de Chile entidad que impartió enseñanza durante 18 años a nivel institucional para posteriormente traspasar esta responsabilidad a otro tipo de establecimientos docentes del país, constituyéndose el 10 de noviembre de 1925 en la Quinta Normal de Agricultura, la Escuela de Medicina Veterinaria Civil, que mas adelante se incorporaría a la Universidad De Chile, creándose la Facultad de Agronomía y Veterinaria, que inició sus actividades el 12 de abril de 1928, con una escuela de Agronomía y otra escuela de Veterinaria. El 20 de abril de 1938 el Consejo Universitario establece en forma independiente la Facultad de Medicina Veterinaria. Varios años debieron pasar para que los médicos veterinarios pudieran organizarse en torno a una entidad gremial. Con fecha 26 de Agosto de 1926, se funda la Academia de Estudiantes de Medicina Veterinaria, presidida por el Sub-Tte. Hugo K. Sievers acompañado por el Presidente del Centro de Estudiantes: Eduardo Zúñiga y los vocales, estudiantes Arturo Anwandter P. y Alberto Follert. Al inaugurar esta academia en Sesión Solemne en el Salón de Actos de la Escuela de Agronomía, el mismo 26 de Agosto, se funda a continuación la SOCIEDAD DE MEDICINA VETERINARIA DE CHILE, que fue la primera organización que tuvieron los médicos veterinarios y en cuyo seno se comenzó a discutir la necesidad de contar con un Colegio profesional ya en los primeros años de la década de los 40. La Sociedad de Medicina Veterinaria promovió un proyecto de ley para la creación del Colegio, logrando que en 1955 el Ejecutivo le diera urgencia al trámite de la Ley. Finalmente, el día 16 de septiembre de 1955, el Presidente Carlos Ibáñez del Campo, en ceremonia celebrada en el Salón Rojo de La Moneda promulgó la Ley que creó el Colegio Médico Veterinario de Chile, ley que llevó el N° 11.901. Participaron en la ceremonia su nuevo Ministro de Agricultura, el ingeniero agrónomo José Suárez Fanjul, invitando a la directiva de la Sociedad de Medicina Veterinaria y al ex Ministro de Agricultura Médico Veterinario Francisco Acevedo Davenport. En la actualidad el mundo se ve estremecido por las demostraciones de las poblaciones de diferentes países contra la variedad de los problemas que las aquejan. Aparecen los movimientos de los “indignados”, prácticamente en todos los países de la tierra. Increíblemente muchos países, incluso los más poderosos y ricos, presentan problemas para pagar sus deudas los países. Nuestro país aparentemente estaría en condiciones de resistir en buena forma la situación, pero no está ajeno a las inquietudes de la sociedad. Nos limitaremos a hacer un breve comentario de la situación por la que atraviesa la educación chilena. Da la impresión que el modelo municipal fue concebido solamente para quitar poder al Colegio de Profesores como lo expresa en un artículo el abogado Jorge Ovalle Quiroz, en el diario el Mercurio en septiembre de 2011. Podemos resumir en 2 los grandes problemas que afectan a la educación nacional: la calidad y el financiamiento. Como Colegio nos hemos comprometido con el análisis de la calidad de la enseñanza, pues nos preocupa profundamente el tipo de formación que están recibiendo las actuales generaciones de estudiantes de medicina veterinaria. Para avanzar en este campo, hemos realizado reuniones de trabajo con directores y decanos de escuelas de Medicina Veterinaria, para ver la forma de avanzar en 2 áreas principales: la Acreditación de los actuales programas de formación de los médicos veterinarios y la actualización del perfil de la profesión médico veterinaria. En ambos campos confiamos en seguir avanzando. Durante el actual año hemos participado como Colegio en las numerosas actividades que se han organizado en el marco del aniversario N° 250 de la profesión. Debemos reconocer el gran trabajo realizado por el Comité Nacional Vet2011 encabezado por la Dra. Macarena Vidal O. organización en la cual el Colegio ha estado representado por quien habla y el Dr. Luis Godoy. El trabajo del Comité nacional está orientado a difundir las múltiples actividades en las cuales participa la profesión y el papel que ocupa en nuestra sociedad. Deseamos terminar estas palabras rindiendo un cálido homenaje a las mujeres médico veterinarias. En un comienzo fueron pocas las valientes que se atrevieron a incursionar en el campo de la Medicina Veterinaria. En la actualidad me atrevería a decir que la población de estudiantes de medicina veterinaria es ampliamente dominada por las representantes del género femenino. Hoy entregaremos homenajes a 2 distinguidas médicos veterinarios, una es la Dra. Agustina Acchiardo miembro de una distinguida familia de médicos veterinarios y que es la primera mujer chilena que ha recibido el título de médico veterinario y además fue el segundo profesional en inscribirse en el Colegio. La otra profesional a la que rendiremos homenaje es la Dra. Betty San Martín, que se ha distinguido en el campo de la investigación y actividades académicas. La Dra. San Martín ha tenido la visión de avanzar en el campo del análisis químico, especialmente en lo que dice relación con la búsqueda y evaluación de analitos que significan riesgo para la inocuidad de los alimentos, destacándose en el último tiempo la instalación de un laboratorio que permitirá entre otras múltiples actividades, evaluar cuantitativamente la presencia de dioxinas en diferentes alimentos, lo que será un valioso aporte y un progreso en lo que dice la certificación de la aptitud para el consumo de numerosos productos alimenticios. Ambas profesionales demuestran la permanente presencia de la mujer en el campo de la medicina veterinaria chilena y nos permiten tener una visión optimista del futuro de la profesión en nuestro país. Por su intermedio deseamos homenajear a todas las médicos veterinarias del país que en forma pública o a través de una labor silenciosa, le dan vida, calor, ternura, dignidad, presencia y prestigio a la profesión en el país. MUCHAS GRACIAS
Compartir
Califica la noticia